Bien podría decirse que una roca es inamovible. Si cuenta con suficiente peso, solidez y firmeza, seguramente nadie la podrá mover.

Prácticamente eso le sucedió a nuestra roca, Carlos Alberto “La Roca” Sánchez Moreno, quien resultó un bastión del medio campo de José Pékerman, se arraigó a la formación titular y se convirtió en el volante que más minutos acumuló a lo largo de los 18 partidos que disputó la Selección Colombia en la eliminatoria sudamericana. 

Inamovible, así podría describirse la alineación de Sánchez. El mediocampista de Quibdó acumuló 1301 minutos de juego en el camino hacia Rusia. Fue alineado como titular en 15 compromisos y solo en dos de ellos lo sustituyeron: ante Chile, como visitante, donde lo reemplazó Edwin Cardona a los 56 minutos, y frente a Venezuela, donde Abel Aguilar ingresó por él a los 75 minutos.

“La Roca” solo se ausentó en tres partidos. No enfrentó a los argentinos en Barranquilla, por acumulación de tarjetas amarillas, y no pudo ser convocado en marzo de 2016 para los juegos frente a Bolivia y Ecuador, porque llevaba meses sin jugar por una lesión en el tendón de la corva de su pierna derecha.

Mirando su rendimiento, es fácil entender porqué el técnico Pékerman lo convirtió en una de las fichas claves del mediocampo. Sánchez recuperó 114 balones, lo cual se tradujo en un 83 por ciento de entradas con éxito y como un hecho para destacar, nunca fue expulsado durante esta eliminatoria.

Una “Roca” que resultó determinante para construir el camino que nos condujo hasta Rusia.